El esperado debut en la Copa Libertadores de América frente a la Sociedad Deportivo Quito (Ecuador), arrojó un empate (1-1) en el estadio Antonio Fernándes de la ciudad brasileña de Guarujá.
Las Santitas de Boedo no tuvieron demasiada fineza en la definición y dicha circunstancia, junto a un rendimiento irregular durante los noventa minutos, que fue de menor a mayor, le complicaron la idea de partido que habían pergueñado y tuvieron que doblegar el esfuerzo para quebrar la resistencia adversaria.
A los dos minutos, la arquera Irene Tobar le neutralizó una situación realmente clara a Enriqueta Tato, la cual pudo modificar el rumbo del juego. Y hubiese sido fantástico, ya que evitaba un desgaste y un despliegue descomunal que debieron realizar las chicas sanlorencistas. Pero lo concreto, es que las ecuatorianas ayudadas por un campo de juego en condiciones impresentables para el buen juego, se adaptaron más rápido a cómo afrontarlo, exhibiendo una leve superioridad.
La primera ocasión clara del equipo 'chulla' aconteció sobre los siete minutos, dónde primero Graciela Correa (una de las figuras de la tarde) y después la arquera Lucila Sandoval les impidieron el festejo. A partir de sus avances, no sólo creció la seguridad de Correa, sino también de Belén Lezcano, quien se mostró sólida y firme.
A pesar de no poder cristalizar una prolija circulación del balón y sin alcanzar el nivel que están capacitadas para plasmar (en un terreno bien cuidado, el partido era diferente), Las Santitas preocuparon a Irene Tovar con un cabezazo de Florencia Quiñones y una falta directa de Eliana Medina que la despejó con esfuerzo al corner.
cuando el Ciclón aguardaba el descanso para corregir algunas cuestiones, a los cuarenta y cinco minutos de acción, el Deportivo Quitó rompió la línea defensiva y conquistó el gol, con lo que significa un golpe psicólogido de estas características.
Sabedor de que jugar al fútbol era imposible, San Lorenzo de Almagro apostó a pelear un poco más el partido, adelantándose varios metros en la cancha y presionando merced a fuerza y ganas, principalmente utilizando las bandas. Así, obligó a un importante retroceso del Quito, que prácticamente jugaba sobre las barbas de su guardavalla.
Así, fue gestando oportunidades aunque la falta de precisión a la hora de resolver, le impedía enviar el balón al fondo de las mayas. Inclusive, un remate de larga distancia de Romina Rodriguez rebotó en el poste cuando tenía destino de red. La fortuna tampoco le sonrió a Las Santitas. Hasta que la mediocampista Florencia Quiñones (otro de los puntos altos del Ciclón), remató desde el borde del área y convirtió, agregándole justicia al resultado.
De ahí y hasta el pitazo final de la chilena González, el cuadro azulgrana insistió pero debió conformarse con la igualdad en su bautismo internacional a nivel oficial mientras espera redimirse el miércoles cuando enfrente a Rampla Juniors de Montevideo.
